Una granadina en Bruselas

 Première semaine

No es nada fácil despedirse de aquellas personas que son muy importantes en tu vida sabiendo que no las verás durante un largo periodo de  tiempo.

              Cuando me monté en el avión lo primero que pensé fue " Ay Dios Mío, en qué follón me he metido”, me llevé las manos a la cabeza y  durante las tres horas de vuelo estuve mirando  por la ventanilla para no darle muchas vueltas a la cabeza.

              Uno piensa que todo es maravilloso cuando se va fuera a estudiar, en mi caso, cuando llegué a mi habitación lo primero que se me pasó por la cabeza fue comprar un billete de vuelta para volver con los míos. Pero siempre hay gente que desde allí me apoya cada día y me da ánimos, repitiéndome que soy muy valiente, pequeñas cosas que hacen que sea más fuerte y pueda soportar el estar lejos de todos ellos. Seguramente, cuando termine el curso diré que fue una experiencia inolvidable, pero como se  suele decr, tras la tempestad, llega la calma, es momento de soportar todo lo malo para que después pueda decir lo estupendo que fue todo.

Solo llevo tres días. Estoy en proceso de adaptación, conociendo a gente nueva, españoles, franceses, bruselenses. He conseguido acomodarme en mi habitación y decorarla a mi manera para sentirme como en casa. Mi vecina de al lado es un amor, es de aquí. Me ayuda con cualquier problema y a pesar de que a veces  no nos entendemos muy bien hace que me sienta genial.

           Es raro decirlo pero en verdad desearía tener todos los días clase para estar ocupada, en vez de eso, me paso tres días a la semana sin hacer nada. Por lo tanto tendré el tiempo suficiente para poder enseñaros las mil y una partes de Bruselas/Ixelles (Bélgica).

           En este post os muestro las primeras fotos que me ha dado tiempo a hacer.

           Después de limpiar y cambiar un poco la estructura por fin puedo decir que esta es mon chambre.

Es bastante grande, el escritorio es enorme y cuando
me pongan la calefación seré la niña más feliz de Ixelles,

    Las vistas son una pasada,  lo que hay al rededor del edificio es campo y como aquí siempre llueve está todo muy verde. En Granada no estamos acostumbrado a esto.

Université Libre de Bruxelles. Así da gusto ir a la facultad. Típico campus que se ve en las películas. Deseando que llegue la primavera con el “solecito” para  poder tirarme en mitad.

Pero no todo es campo. 

Todavía no me acostumbro a tener que pasar cinco veces al día por el cementerio de Ixelles y tener estas vistas, se me pone el pelo de punta.

Cimentière d'Ixelles

Y para que el final no sea  triste, quiero  compartir con vosotros esta imagen.

Os quiero.

Hasta la próxima.

Au revoir.